Es un nombre popular de origen hebreo, algunos de sus significados son estrella del amanecer y espíritu libre, tal cual como yo me sentía después de todo lo que había vivido, después de haber caído muchas veces y tenerme que levantar tratando de ser una versión mejorada de mi misma.
Era 1 de Agosto del 2020... un mes antes a raíz de lo que atravesábamos y viendo en mi pág. como en el medio artístico y cultural estábamos tan afectados, se me ocurrió convocar a un evento virtual con algunos artistas conocidos y así no quedarnos quietos, promovernos y ayudarnos entre todos.
Aunque al principio generó emociones encontradas de angustia, emoción, extrañeza, que se yo! sobre todo porque nunca habíamos hecho algo así, hacer un evento cultural desde la virtualidad y en las posibilidades de cada uno en casa, además recién me reencontraba con muchos con quien hace mucho no hablaba y supongo que fué extraño para algunos.
Pero con entusiasmo logré sacarlo adelante y ese día (1 de agosto) junto con el centro cultural con el que se supone iba a trabajar este año, se hizo la trasmisión virtual.
Yo le hice mucha promoción en mis redes y alenté a muchos para que saliera todo muy bien y aunque hubiera deseado muchas mas personas conectadas para el evento, ese día justamente habían muchos eventos de todo tipo virtuales gratis, no solo porque estábamos en confinamiento sino porque para entonces ya muchos habíamos entendido que así tenía que ser por un largo tiempo.
Incluso fueron tantos los eventos que en muchos sectores se cayó el internet y fué imposible conectarse.
El evento duro al rededor de 1 hora y 40 minutos, nos defendimos en el en vivo de la presentación y la conversación hablando sobre cada artista porque los videos de cada participante ya estaban pregrabados, aunque todos estuvimos conectados anhelando vernos, mostrar nuestra propuesta y tener un bonito encuentro.
Efectivamente fué muy emocionante, variado, bonito y todos quedaron muy satisfechos.
Por su puesto celebre con mi hija una vez mas y se sentía una buena energía en casa, "como si Claudia estuviera de regreso", la artista, la bailarina, la que proponía y sacaba adelante cosas, definitivamente estuve ausente por mucho tiempo y aunque parecería tiempo perdido fué el aprendizaje y la construcción mas significativa de mi ser que relucía empoderada en mi nuevo yo.
Esa noche mi cabeza no dejaba de generar ideas y pensar que mas podía hacer; anteriormente habíamos hecho otro evento recién comenzaba la cuarentena con los que supuestamente formarían mi grupo de baile, a su vez elenco de baile del centro cultural; no tan organizado en las presentaciones pues muchos ni sabíamos manejar esa forma de presentarnos, ni la tecnología debidamente, con el espacio en casa improvisado y desde el celular.
Aún así lo disfrutamos y esa noche que pasé en vela de igual manera generando ideas se me ocurrió ponerle un nombre al grupo que nos representara y que tuviera que ver con la nueva YO.
Me puse a buscar en internet un nombre poco común, que significara lo que yo quería y a su vez que fuera llamativo y lo encontré, me gustó muchísimo y así quedó.
Entonces ya no éramos solo el elenco de baile del centro cultural que en realidad no sabíamos siquiera si algún día lo podríamos ser, después de todo lo que estaba pasando sino que era el nombre de mi grupo de baile que tampoco sabíamos si algún día volveríamos a ensayar juntos,
Por ahora era hacer propuestas desde la virtualidad y mostrar las creaciones de cada uno.
Con el tiempo me di cuenta que la mayoría de los integrantes de mi pág. eran artistas y que la idea era involucrarnos a todos para que todos participaran, se beneficiaran, nos conociéramos y de alguna forma poderlos ayudar.
Tengo que admitir que me llevé muchas sorpresas y decepciones, tener expectativas es malo porque cuando uno espera algo y no ocurre molesta o duele dependiendo de quien venga, pero la vida te enseña a hacer las cosas sin esperar nada a cambio, por convicción y servicio lo que significa pasar por desanimo, duda, cansancio y liderar uno solo algo que no se sabe si a la final servirá para algo; siempre éramos los mismos y había que empujarlos, aun siendo cosas muy sencillas para hacer, que nos beneficiaban y no quitaban mayor tiempo, otros se quedaron como espectadores, los conchudos que no faltan esperaban que yo les hiciera el trabajo para ofrecerles sus productos y uno que otro se desapareció a fin de año.
Para ese entonces octubre y noviembre yo había dejado de concentrarme en mi pág. de rehabilitación con la que estuve enfocada hasta mitad de año para concentrarme en Ayelet que pese a las dificultades surgía inesperadamente y se volvía algo mas serio que podía ser un nuevo proyecto.
Sin embargo estresada de ver como la gente ni aun queriéndola ayudar colaboraba en el ultimo evento que propuse decidí dejar a un lado la pág. y replantear la idea porque si me generaba angustia no servía, y evidentemente yo tenía mucho que superar y aprender a manejar porque en redes no se tiene contento a nadie, ni todos tienen que estar de cuerdo contigo pero sobre todo porque mas de uno peló el cobre y fué el reflejo de lo que vivimos en la actualidad lo que me llevó a reflexionar que mas grande que el problema de la pandemia era la oscuridad en el interior de cada ser; siempre armados y prevenidos, sin aceptar que alguien ayude sin pedir nada o te elogie y te reconozca de repente, somos seres muy resentidos y predispuestos y nos cuesta tanto dar como recibir.
Se acercaba el fin de año y si algo tenía en mente es que no iba a pasarla pelada (sin plata) de nuevo y con necesidades, me había esforzado mucho y económicamente no había logrado nada por las circunstancias, entonces sin darle mas vueltas al asunto invertí en un material para hacer decoraciones navideñas con el fin de recoger dinero para pasar la navidad; también era algo que quería hacer años atrás porque me gusta mucho la navidad y me lo disfruté, me sirvió de terapia y logré mi propósito de recaudar el dinero suficiente para pasarla bien con mi hija y sus pocos amigos.
Y es que para octubre inesperadamente empezaron a reactivar el comercio y a disminuir las medidas restrictivas seguramente por el caos que esto estaba generando a nivel sicológico, familiar y económico, por otro lado el gobierno se había dado cuenta que esto iba a estar por mucho mas tiempo y que mejor época que navidad para darle un respiro a las personas y embolatar la cosa.
Por su puesto todos salieron desbocados a la calle una vez se levantaron las restricciones y muchos dejaron de cuidarse; compras, fiestas, reuniones era el panorama actual; nosotras también salimos y disfrutamos con una y otra persona pero siempre lo hicimos con mesura y sin olvidar los cuidados pertinentes.
Ese Diciembre (2020) como muchas personas me desconecté de todo, Emily había tenido un año estresante por el exceso de estudio, la presión para adaptarse a la nueva forma de vida escolar y había reiniciado los entrenamientos de alto rendimiento lo que la tenía muy agotada, era mas que necesario divertirse un poco.
Sin embargo ese desbordamiento social entre noviembre y los primeros 15 días de Diciembre empezó a pasar factura y volvieron algunas restricciones y muchos mas contagiados; yo empecé a darme cuenta de conocidos que se habían enfermado y algo me dijo que era tiempo de resguardarnos de nuevo o salir solas para evitar contagios.
Entonces retomé mis pág. y me di cuenta que Ayelet saldría adelante con la gente indicada que no eran los que tenía y pensaba que había que buscar otras conexiones y alianzas.
Así surgió Proyecto Ayelet: una comunidad de artistas y emprendedores amantes del arte y de la danza que busca hacer propuestas y mostrar sus creaciones o productos para apoyarnos en tiempos de pandemia.
Comments