Hola a todos,
Primera mente me parece debido presentarme para que sepan un poco mas de mi y se apunten a emprender este viaje con migo de aprendizaje y renacimiento.
La idea de este blog es hablar con base a mis estudios, experiencia pero sobre todo vivencia de la rehabilitación física, entendiendo esta desde el punto de vista integral (físico, mental y espiritual).
Soy una mujer de 48 años que desde su infancia se inclinó al deporte y a la danza; que en la juventud ya competía en natación con un club deportivo de la ciudad y a la par hacía parte de un semillero de formación artística que determinaría lo que quería ser en la adultez.
Terminando el bachillerato decidí tomar muy en serio lo de la Danza y renuncié a la natación de manera profesional, aunque en realidad ésta siempre ha hecho parte de mi no sólo como hobby sino como rehabilitación física; además me encanta el agua y nadar me genera gran bienestar.
Cuando me gradué del bachillerato, me concentré al 100% en estudiar Danza en una escuela oficial de arte que en ese entonces fue muy importante para la ciudad en el medio artístico y que para nosotros los artistas fue determinante en nuestro proceso de vida. “La Escuela Popular de Arte”.
Esta decisión implicó un reto inmenso en mi vida en particular dado que la situación económica de mi familia era muy precaria en ese entonces y en el medio social para esa época había la concepción de que de arte no se vivía y los que se dedicaban a eso se volvían sin vergüenzas, viciosos y vagos.
Como en todo en la vida se veía de todo, los que amaban el arte pero eran muy volados, los que amaban el arte y querían hacer mucho a través de él y los que estaban allí porque la pasaban muy bien… que se yo!.
Lo que sí sé es que yo lo tenía muy claro y en serio, sabía que tenía el talento para la Danza, amaba bailar y me soñaba como bailarina profesional y dando clases de Danza.
Pero esto no fue de mucho agrado para mi familia que inicialmente no me apoyó, tal vez pensando en que sólo me la pasaría rumbeando y que no llegaría a ningún lado y también en que se necesitaba generar ingresos para ayudar con los gastos de la casa, en ese entonces se le decía "aportar en la casa" y que seguro así no podría.
Pero aún así con señalamientos y críticas me metí de lleno y logré todo lo que había soñado.
Me gradué del semillero infantil en Danza, luego de la Técnica en Danza, luego hice la Licenciatura en Educación Estética que hizo convenio con la Escuela popular de Arte en esa época para los que se quisieran profesionalizar.
Me dediqué a dar clases de danza, luego de baile, trabajé en colegios, fundaciones, casas de la cultura; di clases particulares, forme un grupo de proyección que representó a una institución de educación superior por muchos años y ayudé en la formación del departamento de Extensión cultural de tal institución con la creación de los talleres en baile para la institución, la comunidad y el grupo de proyección.
Tal vez de las pioneras que se lanzaban en ese medio a tan corta edad y como ya era reconocida formé mi grupo de Baile profesional “Imagen Latina”, bailes populares y modernos.
Realmente amaba lo que hacía y muchas veces trabajaba sin remuneración con tal de que mis resultados fueran buenos porque en verdad ese tipo de trabajo no estaba bien organizado para la época, pagaban por horas, solo salían los fines de semana o cosas eventuales y no había ninguna estabilidad laboral.
Había que trabajar en varias partes para hacerse un buen sueldo pero la mitad se iba en pasajes porque había que desplazarse constantemente de un lugar a otro para dar clases. Como decíamos entonces "había que reventarse para lograr un sueldo" y darse a conocer, pero como era joven, llena de vida y de expectativas no me afectaba sino cuando me pagaban y el sueldo no me alcanzaba.
Jajaja... igual demasiadas experiencias significativas que me ayudaron a apuntar mi tesis de grado hacia ese proceso y a hacer grandes amigos que me apoyaban y me admiraban.
Mas adelante con el auge de los aeróbicos en la ciudad y en los gimnasios, volví a retomar mi afición por el deporte, hice algunos cursos de capacitación deportiva en la Liga de Natación de Antioquia e intercalé el baile con el deporte; no sólo ampliaba mi campo de acción para trabajar y generar ingresos sino que me podía mantener en forma que me encantaba y podía aprender otras cosas para no caer en la rutina.
Esto me abrió las puertas en una caja de compensación de la ciudad en donde aprendí un montón y pude aportar desde mi saber en la creación de otros grupos con muy buenos resultados; allí estuve 8 años, llegué como instructora de baile, de rumba, de aeróbicos, de tae-bo, de danza folclórica y salí como instructora de danza árabe, de hidroaeróbicos, de pilates y yoga (pioneros en la formación del yoga empresarial encaminado a la disciplina deportiva y la relajación), incluso hacía pausas activas, nos capacitábamos constantemente en cada área y compartíamos el conocimiento entre si.
Fue un gran aprendizaje y experiencia.
Pero como el tiempo pasa corriendo, para ese entonces ya estaba adulta; el corre corre, la sobrecarga laboral y la edad ya comenzaban a pasar factura; al igual que las obligaciones económicas que no daban espera y exigían seguir un ritmo bastante agitado o buscar otras opciones laborales dentro del medio.
Ya por lo menos hacían contratos semestrales en algunas empresas para estas actividades y otras pagaban por prestación de servicios.
Aquí comenzó este gran aprendizaje que les quiero compartir y que hacía necesario hacerles esta introducción "espero no muy larga" de mi historia profesional.

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