De repente empiezas a sentir como nunca el viento en tu cara al salir, cierras los ojos y das gracias a Dios, ves las flores, las plantas y los arboles con admiración, no son sólo paisaje; amas el invierno que antes detestabas porque te arruinaba el cabello o la pinta, te daba mucho frío o alergia, los trancones, en fin; ahora amas la lluvia porque te relaja al dormir, porque reverdece las plantas y los arboles, porque brillan las flores y cantan los pájaros, porque limpia el aire y sientes que te limpias a ti misma de todo eso que te nublaba la mente para apreciar lo hermosa que es la vida.
El solo hecho de VIVIR es un milagro de Dios y despertar cada mañana es una oportunidad de vida; entonces ya no quieres esperar a mañana para hacer lo que tenías pendiente, o esperar al fin de semana para divertirse o el fin de año para celebrar, cada día es único y especial y como es lo único real "el presente", lo vives como si te quisieras comer el mundo porque hay mucho que decir y hacer después de vivir una experiencia como esta y no hay tiempo que perder.
Sientes una inmensa gratitud con la vida y con Dios por permitirte estar de nuevo en pie, ejercitarse, hacer planes y hacer tu vida como si nada hubiera pasado; pero pasó más de lo esperado, RENACISTE, todo lo vez de otro color, hay otras prioridades, entiendes en realidad que son los problemas y no esas pequeñeces por las que tantas veces renegaste.
No importan los moldes o estereotipos, no interesa seguir estándares o acomodarse a nadie, hay una experiencia única y real que solo tu conoces, que te hace la nueva persona que ahora eres; nadie lo tiene que entender y tampoco tienes porque dar explicaciones.
Eres feliz con quien eres y con lo que tienes, ahora a quien tienes que impresionar es a ti misma y por eso debes ejercitarte, comer bien, hacer lo que te gusta, cuidar tu salud física y mental, no para complacer o agradar a nadie sino para amarte cada vez mas.
Una cosa lleva a la otra, cuando te sientes bien y segura de ti misma atraes y eres inspiración para los demás.
Dejar de culparse por los kilos demás, porque el cuerpo ha cambiado por la edad, por el estilo de vida, por el embarazo, por lo que sea!! pero tienes en tus manos la oportunidad de estar siempre en forma para sentirte bien: buenos hábitos alimenticios, ejercicio para estar fuerte y vital, para no envejecer antes de tiempo, hacer las cosas que te gustan, no las que todos hacen por encajar.
Ama tus rizos y no quieras ser lisa, ama tu liso y no quieras ser crespa; amate rubia, morena, pelirroja, alta, bajita, delgada o trosa como Dios te permitió ser pero cuídate siempre.
El cuerpo es un templo de Dios, que hay que valorar y cuidar como el instrumento que nos fue entregado para habitar nuestra alma en este paso por la vida.
Depende de uno cuidarlo o maltratarlo, amarlo o rechazarlo, sentirlo o ignorarlo.
Hay una frase conocida por todos: "el cuerpo es sabio", el se manifiesta cuando algo en tu vida no esta bien, física, mental o espiritualmente; respetarlo y aprender a escucharlo es la tarea y cuando la logras, cuando dejas de culparte o castigarte todo vuelve a empezar.
Renacer es tomar de nuevo las riendas de tu vida y decir sin temor "no mas": a ciertas personas, trabajos que no quieres desempeñar, estilo de vida, compromisos, que se yo!.
Sólo ser uno mismo, con tranquilidad, con alegría de vivir, con los que se quedaron contigo en la adversidad y sin juzgar te aceptan; sin expectativas porque siempre esperamos mucho de los demás, porque esperamos que reaccionen como nosotros lo haríamos pero como "son otros" no lo harán; así duela no debes juzgar ni esperar, de esta manera no te sentirás humillado, maltratado o abandonado por eso hay que tomar de nuevo el control y recuerda que el trabajo interior que iniciaste con esta enfermedad y que ahora te tiene renovada es para toda la vida porque siempre habrán dificultades, situaciones incómodas, personas tóxicas a nuestro al rededor, mientras sigamos en este plano terrenal.
Haber despertado no nos hace exentos a seguir viviendo todo lo que hay en este mundo.
Aprovechar lo que aprendiste y seguirlo cultivando hasta el último de nuestros días es el propósito porque de todas formas habrá un final pero estaremos preparados porque hemos aprendido como vivir la vida y que la muerte no es mas que la transformación de la misma.
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